Ilustración original de Inés Borrás Piñol
El amor en la pareja
Definiría a la relación de pareja como un acuerdo libre entre dos personas de igual o diferente sexo unidas por un sentimiento común y con proyección en el tiempo.Estas se distinguen de otro tipo de relaciones por la existencia de un vínculo emocional entre las partes y el desarrollo y disfrute de la intimidad y la sexualidad.De una relación de pareja cabe esperar lealtad recíproca, respeto y apoyo mutuo, compromiso de futuro, confianza, espacio común y sexualidad, aunque la realidad en muchas oportunidades nos revela un sin fin de conflictos que llevan a los miembros de la pareja a contactar con la insatisfacción. Conflictos que convendrá trabajar a tiempo para que no se transformen en distancia y sufrimiento.
Terapia de pareja. Conflictos de pareja
Interrogantes del estilo: “¿Cómo puedo recuperar la confianza en mi pareja?”, “¿Cómo puedo superar una infidelidad?”, “¿Cómo puedo controlar mis celos?”, “¿Qué puedo hacer si mi pareja es celosa o celoso?”, o bien, “¿Cómo puedo mejorar la comunicación con mi pareja?”, “¿Cómo puedo superar un duelo por separación o divorcio?”, “¿Cómo puedo recuperar la atracción y el deseo sexual por mi pareja?”, “¿Cómo puedo hacer para que mi pareja me comprenda?”, ¿Cómo podríamos recuperar nuestra sexualidad?, etcétera, son habituales en la consulta dentro del marco de una terapia de pareja.La infidelidad, los celos, la falta de sexualidad, dificultad en la comunicación, las adicciones, los problemas económicos y la rutina son los motivos más comunes para acudir a terapia de pareja.La terapia gestalt y la psicoterapia sistémica cuentan con técnicas y herramientas con las que conseguir resolver conflictos o asuntos pendientes para volver a tener una relación de calidad.
¿Cuándo debo acudir a una terapia de pareja?
Desde mi experiencia personal y desde hace ya unos diez años noto que la tendencia es acudir a terapia de pareja como última opción. Es el “último cartucho” antes de “tirar la toalla”, -como he podido escuchar a más de un paciente-. El mejor momento para acudir a terapia de pareja es cuando se tienen los primeros indicios de que algo no está funcionando y las dos partes tienen la voluntad de solucionar las cosas. Según la Asociación Española de Especialistas en Sexología, “el porcentaje de éxito de una terapia de pareja es mayor si se acude en los dos primeros años de aparecer los síntomas en la pareja”.No es necesario estar especialmente “mal” para acudir a un profesional. La terapia de pareja y el acompañamiento emocional en una pareja sin “problemas” ayuda a sus miembros a conocerse más profundamente y a realizar un crecimiento personal individual que les permita descubrir nuevas maneras creativas y conjuntas de mejorar la relación y disfrutar aún más de lo que ya estaba bien.Las parejas tenemos el gran desafío de consensuar nuestra vida común en varios aspectos: La comunicación, la economía familiar, la convivencia, los valores individuales, las familias de origen de nuestra pareja, los hijos, las formas de expresar el afecto, la sexualidad o el tiempo de ocio individual y compartido, entre otros varios aspectos. Es de esperar que, aunque la pareja este en la “salud”, siempre haya algo a mejorar. Pero cuidado, no hablamos de mejorar desde el punto de vista de que algo este mal, sino mejorar en el sentido de disfrutar más profundamente de lo que ya hay y en ocasiones no vemos o desarrollamos sencillamente por no prestarle la atención adecuada. La terapia de pareja tiene como objetivo que las dos partes desarrollen sus ideas y sentimientos a través de la experimentación, en la que el terapeuta les acompaña y les sirve de guía durante el proceso ofreciendo su apoyo. El terapeuta se centra en el “qué” y en el “cómo”, aportando herramientas de terapia gestalt, psicoterapia sistémica y otras disciplinas para invitar a tomar conciencia de lo que está sucediendo en el aquí y ahora. Hay sucesos negativos que dejan huella afectando a comportamientos futuros. Si estas experiencias negativas no fueron asimiladas psíquicamente se convierten en sucesos no resueltos.
A través de la terapia gestalt y la psicoterapia sistémica estos sucesos pasados no resueltos se trasladan al presente para ser conscientes de cómo están afectando nuestra vida actual y a nuestra relación de pareja con el fin de solucionarlos.También he podido comprobar que, como afirman las estadísticas, si finalmente una pareja decide separarse, abandonan inmediatamente la terapia, como si el único objetivo del acompañamiento fuese el tomar la decisión de seguir o no seguir en la relación. En las parejas con hijos, la recomendación sería la de continuar el proceso, juntos si fuere posible o en consultas separadas ya que es un momento del proceso en donde se suele requerir mucho apoyo y un punto en donde la comunicación entre los miembros de la pareja, ya ex pareja, no goza particularmente de salud. Es indudable que una separación o divorcio repercute no solo en la pareja de adultos sino también en sus hijos y es muy importante entender que es justo allí, en el momento en que se produce la separación o divorcio, que comienza a definirse una nueva dinámica familiar, en donde los padres se distancian entre sí aunque no necesariamente de los hijos.
Lo que como padres hagamos a partir de este punto incidirá directamente en la vida de nuestros hijos. La forma en que logremos o no congeniar, la forma en que los involucremos en el proceso, la posibilidad que tengan o no de expresión nuestros peques, lo que nos escuchen decir del otro progenitor, afectará directamente a su salud psico-emocional y a su futuro.Lo que quiero decir es que el sistema familiar entra en una nueva etapa en donde será conveniente trabajar para poder fijar el “como será a partir de ahora” y es algo que, tanto desde el prisma de lo pragmático como de lo emocional, en muchas ocasiones, se deja librado al azar. Os invito, pensando en los niños y niñas como víctimas colaterales del divorcio, a buscar acompañamiento emocional en esta etapa de reorganización familiar.
¿Cuáles son los motivos principales que una pareja lleva a terapia?
En España, los 6 motivos más frecuentes que conducen a un matrimonio a una terapia de pareja son los siguientes:- las infidelidades
- las dificultades en la comunicación
- los celos de uno o ambos miembros de la pareja
- los apuros económicos
- la intromisión de algún familiar
- las adicciones.
Los 10 mitos en las relaciones de pareja que pueden conducirnos al fracaso
Hemos de tener muy en cuenta que cuando nos ponemos en pareja lo hacemos con toda nuestra batería de creencias familiares acerca de cómo debe de funcionar una relación, ideas que han calado en nosotros y que se manifestaron en nuestras familias de origen o, como a mi me gusta llamarlas, nuestras “universidades” acerca del amor.Para bien o para mal, la mayoría de nosotros ha aprendido acerca del amor de pareja a través de la vivencia en casa y el ejemplo de nuestros padres. El mantener esas antiguas creencias nos imposibilita el poder crear una nueva dinámica para una nueva familia, nuestra familia creada, particular y diferente a nuestra familia de origen.Otro asunto que nos puede ayudar, es el de reconocer las profundas e importantes diferencias entre el enamoramiento y el amor. Muchas veces el fracaso matrimonial, que podría devenir en una separación o divorcio, viene dado por este no saber como crear una nueva dinámica de relación al no poder ver más allá de lo aprendido, de las creencias o los mitos familiares. Algunos de estos mitos que los miembros de una pareja pueden traer de sus familias de origen suelen ser:
- Mito 01 – Un amor romántico garantiza un buen matrimonio Si de verdad creemos que se puede mantener por siempre la sensación de mariposas en el estómago deberemos prepararnos para afrontar una gran desilusión. Como decía un poco más arriba, es muy importante reconocer las diferencias entre el enamoramiento y el amor.
- Mito 02 – Los miembros de una pareja deberían hacer todo juntos Esta es una inquietud que aparece muy a menudo en consulta y a la que siempre respondo de la siguiente manera: Juntos pero no atados. Una pareja esta constituida por dos individuos independientes y libres quienes, desde esa libertad, se eligen para hacer camino juntos. Si te apetece leer un cuento al respecto haz clic aquí. Como seres individuales, tendremos nuestros gustos y necesidades particulares que han de ser atendidas aún estando en pareja. Por supuesto que alimenta mucho a la relación buscar cosas comunes, que os agraden a los dos, para poder compartir tiempo juntos desde una afición.
- Mito 03 – Se ha de luchar a cualquier precio por el matrimonio Percibo a esta idea como poco nutritiva y como una invitación a la resignación. El matrimonio ha de ser no solo una elección libre sino también una elección fundamentada en el amor, si este desaparece, no tiene ningún sentido mantener algo que no nos conduce a la felicidad y al bienestar.
- Mito 04 – Las buenas parejas saben lo que siente y piensa el otro Este es un asunto que genera una enorme cantidad de conflictos ya que dejamos todo en manos de la interpretación. Es algo que nace indudablemente de la buena intención pero falla a la hora de los resultados. Además, el creer que sé lo que piensas y sientes me anula la capacidad de curiosidad, de saber más de ti, de descubrirte y finalmente, de verte en lo que realmente eres y no en lo que yo me he inventado acerca de ti.
- Mito 05 – La infelicidad en la pareja es mejor que un hogar roto Esta claro que una separación o divorcio puede, en ocasiones, representarnos una sensación de fracaso, desolación, rabia o culpa, pero sostengo que nunca puede ser la felicidad el precio de evitar esas sensaciones. Muchas veces me han planteado el no separarse “por los niños” y si bien es cierto que es un proceso desagradable, sostengo que lo que los niños desean son padres felices y juntos. En ese orden.
- Mito 06 – Una mala relación mejora con la llegada de un hijo La llegada de un hijo buscado es una noticia maravillosa y una bendición para la pareja saludable. Se prevé que en las parejas en donde hay problemas serios, la llegada de un niño y la carga que esto supone, solo empeorará las cosas.
- Mito 07 – Una infidelidad destruye el matrimonio Hay diferentes tipos de infidelidad y también diferentes formas de reaccionar a las mismas. Mientras hay infidelidades que acaban definitivamente con la relación de pareja, hay otras cuyo efecto es neutro y otras que abren la oportunidad a una comprensión más profunda del vínculo cuyo golpe de efecto reconduce a la pareja hacia un lugar mejor y anteriormente no imaginado.
- Mito 08 – Debes hacer feliz a tu pareja La palabra “debes” nos coloca en una situación de imposición o de auto imposición, distinto sería decir “Deseo que seas feliz”, pero la carga que supone el hacernos responsables de la felicidad del otro o la presunción de que el otro ha de hacernos felices acaba por quitarnos la energía, la individualidad y la libertad.
- Mito 09 – Puedes transformar a tu pareja en alguien mejor Es evidente que ambos miembros de la pareja aportarán a la relación y al otro una serie de recursos nuevos que pueden convertirse en aprendizaje. Esto es por supuesto muy bienvenido, pero la idea de iniciar una relación de pareja con alguien para “arreglarlo” habla más de un aspecto distorsionado de la relación que denota también un cierto narcicismo. Los seres humanos adoptamos roles disfuncionales de relación y habría que mirar si quien se dispone en ayuda para la reconstrucción del otro no esta adoptando un rol como salvador.
- Mito 10 – La pareja es un antídoto a la soledad Eso de “mejor mal acompañado/a que solo/a” parece estar muy difundido y es importante el darnos cuenta que detrás de ello no hay amor sino miedo. Hay veces en que nos encontramos atrapados por el “concepto” de “tener una pareja” y esto no nos permite mirar a ese otro delante de nosotros.
Las 5 claves para el éxito en la pareja
En el libro que os mencionaba más arriba, Arnaud Desjardins, discípulo del sabio hindú Swami Prajnanpad nos propone 5 criterios que aprendió de su maestro y que nos llevan a reconocer el valor profundo de una relación. Cuando estos se cumplen, dice Arnaud, la pareja vive en armonía y felicidad. 1. Que sea fácil, es decir, que fluya sin demasiado esfuerzo. 2. Que las dos naturalezas no sean demasiado incompatibles, que no sean tan diferentes para que la comprensión profunda de ese otro ser frente a mi no esté más allá de mis posibilidades. 3. Que sus miembros sean verdaderos compañeros, entendiendo que la relación de pareja es también una relación de compañeros que colaboran y se acompañan en un camino común. 4. Que pueda haber fe y confianza plena, para poder vivir sin el temor a ser traicionados y sin la necesidad de levantar muros invisibles que me defiendan de un posible ataque. Que puedan haber corazones inocentes en una entrega voluntaria y nutritiva cimentada en el amor. 5. La existencia del deseo espontáneo de que el otro este bien, y que ese deseo sea genuino y esté por encima de mis miedos y carencias. Para que pueda darse esta condición, hemos de trascender el miedo al abandono, ya que si bien cognitivamente podemos decir “Deseo que crezcas y te desarrolles como individuo”, al mismo tiempo y desde un plano más emocional, podríamos caer en el miedo de que si mi pareja se hace más independiente, ya no me necesitará tanto, es decir, que si le crecen alas, se irá volando y no regresará. ¡Alto!, no desesperéis, ya os puedo escuchar diciendo: ¡Jope!, si apenas cumplo uno o dos. Que no se den estos elementos en nuestra relación de pareja no significa que la relación se vaya necesariamente al garete, pero si que son buenos indicadores para saber en que puntos nos encontramos mas flojos y que ello nos permita dirigir la energía para trabajar en ellos en una terapia de pareja.Para mi la última de ellas, la de que exista el deseo espontáneo de que el otro este bien, posee una importancia relevante, y hago hincapié en la palabra espontáneo ya que esto es algo que se siente o no se siente, no es algo que podamos fabricar o fingir.Por otra parte agregaría que una condición de vital importancia es la comunicación, teniendo muy en cuenta que hablar y comunicarse no son la misma cosa. Una buena comunicación tiende a construir y se vale de empatía, tolerancia, escucha activa, humildad y asertividad. Es una modalidad de compartir que tiene por objeto construir con el otro en lugar del tristemente instalado objetivo de “evangelizar” al otro, es decir, de “enseñarle” como es la vida y como ha de vivirse, ¿os suena de algo? Gracias por estar allí del otro lado!!! Sin ti este artículo no tendría sentido Os envío un cálido abrazo Matías Aquí el vídeo que os prometía más arriba Matías Podestá. Inspira Gestalt. Terapia Gestalt en Tarragonaarragona. Intervención Familiar • Terapia de Pareja Sexualidad • Coaching • Talleres • Grupo de Terapia.
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