Problemas de comunicación en la pareja

La comunicación entre los humanos es un proceso complejo y de doble vía, que no se limita exclusivamente a lo que se emite verbalmente. La mayor parte del mensaje se trasmite a través del lenguaje corporal y del contacto visual. Así, cuando hay dificultades dentro de la pareja, es el momento de reflexionar y encontrar una solución antes de que se presenten consecuencias negativas.

¿Qué pasa cuando la pareja no tiene comunicación?

Cuando te comunicas dentro de una relación amorosa de forma incorrecta, se generan algunos inconvenientes. Esta situación tiende a empeorar, ya que intercambiar información acerca de necesidades o pareceres se vuelve cada vez más difícil, con lo que se establece un círculo vicioso. Algo que puede llevarte a distanciarte de tu cónyuge, lo que provoca, entre otras cosas, lo siguiente.

  • Desconocimiento de los problemas del otro, por lo que no puede existir la disposición para resolverlos.
  • Malos entendidos que se acumulan.
  • Comunicación superficial, rutinaria y de contenido pobre.
  • Se abandonan las actividades que se hacían en conjunto, pues ya no tienen aliciente.
  • Los momentos de intimidad se van haciendo escasos.
  • Hay miedo de hablar con el otro.
  • Se presentan discusiones, que pueden ser cada vez más frecuentes e irrespetuosas.
  • Alguna de las dos partes puede caer en la infidelidad, pues quizás busque ser escuchada y comprendida.

¿Cuáles son los principales problemas de comunicación entre las personas?

Comunicarse de forma eficiente depende de algunas condiciones que hay que manejar bien. No solo se trata de intercambiar información, sino de brindar apoyo y comprender los problemas del otro. Por estas razones, es conveniente que conozcas los escollos que con más frecuencia se presentan en las relaciones.

La ausencia de escucha activa

Esta es una condición cuya importancia no siempre se comprende del todo. Cuando tu compañero te hable, es indispensable que sienta que lo estás escuchando y entendiendo. Para lograrlo debes mirarle a los ojos, asentir de vez en cuando y hacer preguntas que te permitan captar bien lo que te dice.

Si solo estás pensando en lo que vas a responder, no estás ejerciendo la escucha activa. En estos casos se generan dos conversaciones en paralelo, y ninguno de los dos oye al otro.

Las suposiciones

Esta característica de la falta de comunicación tiene dos caras. Por un lado, puedes pensar que tu cónyuge es consciente de lo que necesitas, y que no te lo proporciona por razones egoístas. Lo que sucede es que, simplemente, no lo sabe.

La otra situación es igual de perjudicial: se presenta cuando crees que ya sabes lo que te van a decir. Además de estar equivocado, trasmites al otro la sensación de que es predecible o repetitivo.

La falta de cariño y respeto

Hablar de cualquier manera es siempre negativo, pero más cuando existe convivencia. Decir siempre «por favor» y «gracias», que es básico, puede complementarse con expresiones de cariño frecuentes. Usar palabras malsonantes, apodos ofensivos o hacer gestos despectivos son costumbres que siempre perjudican la relación.

Centrarse en los aspectos negativos

Si solo te diriges a tu pareja para criticar lo que hace, con el tiempo se va a agriar la relación; hay que hacer énfasis en los aspectos positivos. Con esta actitud refuerzas las conductas positivas, y la autoestima del otro crece. Si hay algo que debe modificarse, exprésalo tranquilamente y sin caer en una emocionalidad exagerada.

No obstante, en ocasiones los halagos disfrazan una crítica, por lo que resultan doblemente ofensivos. Frases como «gracias por recoger la cocina, casi nunca lo haces» son hostiles y generan resentimiento. Recuerda que todos somos imperfectos.

Discutir para vencer

Las discusiones en las parejas son inevitables, pues hay muchos aspectos que conciliar y cada uno tiene puntos de vista diferentes. Sin embargo, no hay que perder nunca de vista que el propósito es encontrar una solución que satisfaga a ambos.

Transformar cualquier conversación en una disputa y querer ganarla a toda costa puede llevarte a extremos como utilizar argumentos ridículos o irreales. Quedarás mal y tratarás de imponer tu punto de vista de una forma inadecuada, lo que desanimará a tu pareja a la hora de la próxima desavenencia.

Descuidar la comunicación no verbal

Aunque te expreses correctamente y con afecto, si los gestos y la actitud corporal no acompañan al mensaje, no serán convincentes. Dirigirte a tu cónyuge sin mirarle a la cara es una forma de trasmitir que, en realidad, no te interesa su persona… Y esto le puede hacer sentir ansiedad.

El tono de voz es algo fundamental. Todos sabemos que hasta la palabra más dulce, dicha de forma agresiva, en realidad es un insulto. Hay que cuidar mucho este aspecto en las conversaciones.

Como ves, las relaciones de pareja tienen una gran complejidad, y la habilidad para comunicarse de forma eficiente es imprescindible para sortear los inconvenientes. Siempre se puede aprender y cambiar de actitud con el objetivo de mejorar la vida en pareja. Si deseas más información sobre este tema, contacta con nosotros. ¡Podemos ayudarte!

 

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