Todos podemos sentirnos tristes de forma pasajera en algún momento de nuestras vidas, pues es una reacción normal ante determinados acontecimientos. Sin embargo, la depresión es un trastorno del estado de ánimo por el cual puedes sufrir un conjunto de sentimientos negativos que se prolongan durante semanas, meses o incluso años.

¿Cómo salir de la depresión?

Como con cualquier enfermedad, lo primero que deben hacer los profesionales es diagnosticarla. Por esa razón, es conveniente que se conozcan los síntomas para así identificarlos. A diferencia de lo que sucede con una tristeza pasajera, causada por un suceso particular, estos síntomas son constantes y prolongados, dificultando el normal desarrollo de la vida cotidiana.

Síntomas

  • Cambios en el apetito, con más o en menos, aumento o pérdida de peso.
  • Insomnio o, por el contrario, hipersomnia.
  • Irritabilidad y ansiedad.
  • Anhedonia: pérdida de la satisfacción que producen las actividades habitualmente placenteras.
  • Sentimientos de desesperanza.
  • Desánimo, autodesprecio, impotencia y culpa.
  • Inactividad, apatía, movimientos lentos.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Ideas persistentes de muerte, enfermedad o suicidio.

Formas de expresión clínica

Un cuadro depresivo puede formar parte de otras patologías o tener características particulares que lo hacen peculiar. Además del cuadro depresivo mayor y de la distimia (trastorno depresivo de intensidad leve), existen varios tipos que se diferencian en su duración o circunstancias desencadenantes.

  1. Trastorno depresivo persistente. Se trata de una enfermedad que tiene los síntomas descritos y puede durar años, pero los periodos de tristeza alternan con otros en los que el padecimiento remite o se alivia.
  2. Depresión posparto. Después de traer al mundo a su bebé, es frecuente que las madres se depriman. En algunos casos, la sintomatología puede ser severa.
  3. Trastorno depresivo estacional. Suele presentarse en los meses de otoño e invierno. Se atribuye la causa a la escasa luz solar.
  4. Trastorno bipolar. En esta enfermedad se alternan episodios de manía, euforia e hiperactividad con otros donde aparecen síntomas depresivos.

¿Cómo tratar la depresión?

El enfoque para el tratamiento de este trastorno es complejo y debe ser multidisciplinar. Es necesario descartar enfermedades orgánicas, como el hipotiroidismo, que pueden producir desánimo, tristeza y apatía. Si esta es la causa, hay que administrar el tratamiento correspondiente.

Para los trastornos depresivos en general, es importante que te plantees un panorama realista. Lo primero que debes saber es que no existen soluciones mágicas: esta enfermedad muchas veces es de curso insidioso. Lo segundo es que cada paciente es distinto y los mecanismos que causan la enfermedad pueden no llegar a estar del todo claros. Por último, debes tener presente siempre que lo que sucede no es tu culpa.

Tratamiento farmacológico

Existen varios tipos de medicamentos que, administrados por prescripción médica, pueden ayudarte a mejorar los síntomas. Actúan modificando la secreción y reabsorción de los neurotransmisores (serotonina, norepinefrina y dopamina), sustancias químicas producidas en el cerebro que modifican el estado de ánimo. Entre ellos, los más utilizados son antidepresivos tricíclicos, los inhibidores de la recaptación de noradrenalina y serotonina y los inhibidores de la monoaminooxidasa.

Tratamiento psicológico

La Terapia Gestalt utiliza diferentes técnicas que forman parte de un enfoque holístico. Las de supresión van destinadas a eliminar lo que rompe la armonía. Las expresivas van dirigidas a volcar hacia el exterior la energía generada por tensiones internas. Las destinadas a integrar el yo interpretan el trastorno depresivo como una desintegración entre lo físico, lo emocional y el entorno, que debe resolverse. El impulso creativo también es utilizado para resolver los problemas causantes de esta enfermedad.

¿Qué puedo hacer por mí?

Recurrir a profesionales es el primer paso, indispensable para lograr la curación. Pero hay algunos recursos que puedes utilizar en tu beneficio.

  1. Fragmenta las tareas. La falta de energía y el desánimo pueden hacer que cualquier asunto pendiente se convierta en algo enorme e imposible de enfrentar. Al dividirlas en pasos más pequeños, puedes lograr realizarlas y evitar que se acumulen.
  2. Busca un confidente. Además de hablar con tu psicólogo, una persona de confianza que simplemente te escuche con respeto puede ser un gran alivio. Bastará incluso con algunas conversaciones telefónicas.
  3. Retoma tus actividades. Aunque cueste trabajo, hay que emprender de nuevo las actividades habituales. Un deporte, un grupo de personas con intereses comunes, las reuniones de amigos o familiares representan un estímulo. Te ayudarán a pensar más en el entorno y menos en tus problemas.

¿Cuánto tiempo puede durar una depresión?

Cada tipo de cuadro depresivo es diferente, por lo que la duración también es distinta. Algunas pueden durar solamente unas semanas, como el trastorno depresivo estacional. Sin embargo, cuando hablamos del subtipo mayor, la duración suele sobrepasar los dos años.

Para lograr una rápida recuperación, lo ideal es que acudas a profesionales en el campo de la salud mental. Los psiquiatras y psicólogos están capacitados para ayudarte a encontrar de nuevo el camino. Pero, además, es mucho lo que puedes hacer por ti mismo.

La depresión puede ser afrontada con éxito. Hay que persistir en el empeño y, sobre todo, saber pedir la ayuda adecuada. Visita nuestra web para más información.

 

 

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