¿Cuándo ir a Terapia de Pareja?

La comunicación es a la pareja lo que la respiración a la vida. Esta conocida frase nos viene a reafirmar que la comunicación es una herramienta indispensable a la hora de construir relaciones de calidad, entendiendo como tales, a las relaciones que nos permitan crecer como seres individuales a la vez que nos posibilitan la construcción de lo común. Has de recordar que hablar y comunicarse son dos cosas muy diferentes.

La infidelidad, los celos, la separación, la falta de intimidad, las dificultades en la comunicación o los problemas económicos son de los problemas más habituales que los seres humanos llevamos a una terapia de pareja. Este tipo de terapias se centran en acompañar a personas que, como tú, desean encontrar solución a sus conflictos

¿Qué es la terapia de pareja?

La terapia de pareja es un recurso profesional para solventar dificultades, problemas o estados disfuncionales en una relación. Normalmente, se recurre a ella cuando surge un problema o conflicto. Sin embargo, sus beneficios pueden ser aprovechados en cualquier etapa de la relación.

Este recurso psicológico es utilizado por muchas personas como tú. Consiste en poder tomar conciencia de los conflictos que muchas veces no se aprecian y que, en otras ocasiones, se hacen muy visibles. No se trata de una última opción o recurso para salvar la relación, sino de una disciplina a través de la cual puedas llegar a conocerte mejor a ti mismo y a ese ser con el que compartes tu vida.

El mejor momento para acudir es cuando detectas los primeros indicios de que algo va mal y las dos partes tenéis la voluntad de cambiar las cosas. Incluso hay cada vez más gente que opta por esta ayuda externa cuando está disfrutando de una buena relación. Resulta perfecto para que se mantenga así o incluso mejora lo que ya estaba bien utilizando consejos profesionales. La terapia en una pareja sin problemas ayuda a sus miembros a conocerse mejor y a mejorar la relación.

Por norma general, este tipo de terapia psicológica en compañía tiene varias fases que se pueden adaptar a las necesidades de cada individuo. A pesar de lo que suele creerse, las sesiones no tienen que ser siempre en pareja. Es posible que tu terapeuta te solicite acudir a ti o a tu pareja a alguna sesión en solitario. Esto sirve también para mejorar la confianza, conocer bien cuál es la situación real e intentar establecer un panorama más claro desde la intervención individual y personal más allá de la posición conjunta que sirva para mejorar activamente la relación entre las dos partes.

Por norma general, los terapeutas de parejas se encargan de brindar acompañamiento emocional y guías hacia la toma de conciencia y responsabilización de cada individuo y de la pareja en su conjunto.

Una de las cosas más importantes para lograr efectos reales en tu relación es que tomes en serio todas las indicaciones aportadas por el profesional que hayas elegido. Por ejemplo, sigue los consejos de escucha, tómate el tiempo que se te recomiende para las diferentes actividades (de escucha y de reacción, por ejemplo) y, sobre todo, no olvides acudir a tu cita siempre a tiempo.

¿Para qué sirve la terapia de pareja?

Cada pareja es un mundo. Por eso, hay muchos tipos de terapias para parejas o, lo que es lo mismo, adaptaciones de una ayuda psicológica en parejas. Es posible que algo que le funcione a otro individuo no te funcione a ti. De igual forma, es muy probable que tengas un problema que está siendo retenido y no haya salido aún a la luz. Sin embargo, con ayuda profesional vas a poder visualizar todas esas cuestiones que afectan negativamente a tu relación y, en consecuencia, aprenderás a gestionarlas y a encontrarles solución.

Si bien existen una gran variedad de estilos y corrientes de terapia, lo mejor es comprobar cuáles son las soluciones que mejor se adapten a ti.

Por citar unos ejemplos más entre las muchas formas de terapia en pareja, podemos hablar la terapia humanista, que hace hincapié en el vivir en el momento presente, el aquí y ahora, el poder del «darse cuenta” (awarness) y de la responsabilización de nuestras acciones y de la Psicoterapia Sistemica que, en resumidas cuentas estudia al individuo como parte de un sistema de elementos en interacción. Aunque todas las corrientes, de una forma u otra forma apuntan a que te sientas mejor (al igual que tu pareja) en tu día a día.

La terapia humanista hace hincapié en el vivir en el momento presente, el aquí y ahora, el poder del «darse cuenta” (awarness) y de la responsabilización de nuestras acciones.

En conclusión, es muy importante que tengas en cuenta que la terapia de pareja ha de contar con tu colaboración. Si no crees que puedes llegar a encontrar una solución factible y beneficios para ti y las personas cercanas a ti o a tu relación, la terapia no funcionará. Por esta razón, será una buena idea confiar en las soluciones, en el terapeuta y en la comunicación que se genere. Para ello, recuerda que no solo se trata de hablar, sino también de aprender a escuchar lo que te dice la otra parte. ¡Ánimo!