Acerca del Amor, el Enamoramiento, el Erotismo y la Sexualidad.
En muchas oportunidades, cuando trabajo con parejas que me visitan para solucionar sus conflictos, procuro trabajar en profundidad la consciencia de que el enamoramiento y el amor son cosas diferentes y que muchas veces nuestro error es creer que podemos compararlos.
Solemos hablar de la importancia de comprender que el amor es consciencia y que, por el contrario, el enamoramiento es un sentimiento transitorio vinculado a la inconsciencia con altos componentes de fantasía e idealización, aunque hay que reconocer que, no por transitorio e inconsciente, deje de ser hermoso y movilizador.
El amor es una gran fuente de placer,… y también de sufrimiento. Hay quien mata por amor o quien se destruye a sí mismo por amor, hasta el punto de quitarse la vida. ¿Os habéis parado a pensar en cuantas barbaridades se han cometido y se cometen en nombre del amor?.
El enamoramiento es magnetismo, es sensación, es emoción, es locura. No es de extrañar que el ser humano se rinda a sus pies. Así, pareciere cobrar sentido la teoría que afirma que los seres humanos somos monógamos secuenciales quienes en muchas oportunidades, y una vez vivida la experiencia del enamoramiento, no se percatan de la aparición del amor y escapan nuevamente en busca del embrujo del enamoramiento y de las mariposas en el estómago.
En mi opinión personal, el amor en realidad comienza justo allí, cuando el enamoramiento deja paso a la realidad, al poder ver al otro sin el agregado de fantasías e idealizaciones. Hay personas que en este proceso de humanización o desidealización del otro, contactan con la frustración y la desilusión que proyectan en el otro con pensamientos del tipo: “Has cambiado”, cuando en realidad lo único que ha cambiado es su propia visión del otro.
El amor es consciencia y al amor es conveniente trabajarlo. Somos no solo capaces sino también responsables de combatir la rutina en busca de una relación mas placentera, erótica, sensual y saludable.
Es importante reparar en que el amor de pareja es condicional así que, consecuentes con la teoría sistémica, vamos a reservar al amor incondicional a ese vínculo que existe entre los padres y sus hijos y al amor admirativo en sentido inverso, de los hijos hacia sus padres.
En muchas oportunidades me he visto en terapia trabajando en la tarea de “recuperar” al individuo de dentro de la pareja. La pareja no es confluencia, la pareja no implica el fundirse dos en uno. La pareja se compone de dos individuos libres que eligen, desde esta libertad, caminar juntos. Ojo, Juntos pero no atados.
Cuántas veces escuchamos frases como: “Sin ti no soy nada”, “Eres el aire que respiro”, “No consigo imaginarme una vida sin ti”, o “Pídeme lo que quieras”. Todas estas frases confluyentes que a veces asociamos al amor romántico y dramático que, por ejemplo, Shakespeare nos expone claramente en su obra Romeo y Julieta, no son mas que signos de dependencia, una pista interesante que denota a un individuo situado en el heteroapoyo.
En virtud de esto, creo que las palabras de Fritz Perls, neuropsiquiatra y psicoanalista Alemán, creador de la Terapia Gestalt, hablan por si solas :
“Yo soy Yo. Tú eres Tú.
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres Tú. Yo soy Yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos será maravilloso.
Si no, no puede remediarse.
Falto de amor a Mí mismo cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Falto de amor a Ti cuando intento que seas como yo quiero en vez de aceptarte como realmente eres.
Tú eres Tú y Yo soy Yo”.
Gracias por estar allí del otro lado!!! 🙂
Sin ti este artículo no tendría sentido
Os envío un cálido abrazo y un beso gigante
Matías Podestá
Terapeuta en Tarragona.
Terapia individual, terapia de pareja, terapia familiar y grupos de terapia